Mientras me hago la cena de domingo (huevos fritos con papas y jamoncito) , por aquello de acabarme la baguette que compré por la mañana para desayunar, y de no hacerle un feo al colesterol - que lo tengo algo abandonado últimamente- , he pensado en éste post ñoño …
El único póster que he tenido alguna vez colgado en mi habitación ha sido el de Paul Newman….ya ves.
Era la primera mirada por la mañana y la última sonrisa de la noche….así durante al menos dos años… en realidad no lo elegí yo sino que me lo regaló una amiga y me enganché a él con “la gata sobre el tejado de zinc”.
En casa nadie se creía mi adicción a Paul. Mis compañeros de colegio con las carpetas forradas de ídolos musicales, trozos de revista… y yo, la mujer de los colores lisos, la que aborrecía los collages , con un póster en la cabecera de la cama.
Mañana iré temprano al trabajo, con el único propósito de salir temprano también y recorrer los pasillos de DVD del Fnac a ver si localizo a dos hombre y un destino, el golpe o el color del dinero…si encima encuentro a la gata sobre el tejado de zinc…volveré corriendo a casa a ronronear en el sofá al abrigo de mis recuerdos de la infancia.
domingo, 28 de septiembre de 2008
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